jueves, 17 de julio de 2014

El desmantelamiento del ego


La poesía, el hecho de escribir poesía, me resulta fácil. Es una forma de exteriorizar algo sentido de una forma muy intensa en el interior. De una manera u otra ese sentimiento se materializa en palabras, salta de la mente al papel y como un acto reflejo le sigo la corriente. Una arcada, un torrente vital desplazándose por las hojas.
Y ahora bien, ¿Eso es todo para escribir? Yo creo que no, me explico. En ese torrente siempre se mezclan impurezas, que el escritor mezcla con ello, de una forma consciente o inconsciente. Por eso, si uno no se da cuenta caerá en la trampa del ego, en el auto ensalzamiento, en la avaricia, el hambre del ego.

Pues bien, si he de decir la verdad, yo también he pasado por eso y ¿Cómo acaba la historia? Secándose el pozo. Cada vez sale con menos frecuencia la creatividad y de una calidad más baja. Así pues, algunos se quedan en eso. En el alimento constante de un ego, que cada día quiere más y más. Para quedar con una escritura raquítica y de la que trato huir a toda costa, no siempre con éxito.

Desde el primer día me he sentido tan pequeño delante los MAESTROS de la poesía que no he tenido nunca el valor de autodefinirme como poeta. Sí, hago rimas, escribo, pero prefiero definirme cómo escritor.. o creativo.. o artista lo que os vaya mejor. Incluso en el poemario lo explico en la primer página, tal cual. No quiero decir que de vez en cuando peque, y beba de ese manantial puro que atraviesa mis tierras. No soy tan perfecto, soy humano al fin y al cabo.

Hace poco pasaban por la tele el último Mohicano, y al principio de la misma sale una escena de caza. Esto me llevó a recordar algo que los amerindios hacían. Por cada pieza que cazaban, automáticamente daban las gracias al espíritu del ciervo o el animal que les estaba dando de comer, porque sabían que tenían que sobrevivir y ser agradecidos por lo que recibían. Todo lo contrario al hombre blanco, que caza por pura avaricia, para alimentar el quiero más y más! Y cómo no, así se extinguen las especies. Pues eso, una cosa bien diferente es sobrevivir y dar gracias por ello y otra bien distinta es masacrar a una especie para sacarle un rédito.

Con esto no me declaro un estoico, vivo en el s. XXI y tengo unas necesidades de hábito de la era en la que vivo. Pero mientras pueda, intentaré ser respetuoso con esta fuente, manantial, que llena mi espíritu literario.

Ufff so deep, I know.. pero tenía la necesidad de explicar todo esto jejeje

¡Un abrazo a tod@s!

2 comentarios:

  1. No hay nada mas conmovedor que un poeta tratando de explicar su poesia...
    Eres todo un poeta...que escribe con el corazón y eso lo sentimos...nosotros...tus lectores...

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    1. Muchísimas gracias por el comentario. Intento ser siempre lo más fiel a mi mismo, pero sobretodo intento ser lo más fiel posible a vosotros que me leéis. Un fuerte abrazo. [am]

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