viernes, 31 de octubre de 2014

¿Perdido?




















perdido
náufrago
en esta inconmensurable
idílica
irrealidad

Por Alex Madueño [am]
#recuperados 26/04/2014

Photo: Patrick Joust

sábado, 25 de octubre de 2014

Descenso


Ya han concurrido las horas, en el más febril de mis estados, donde todos mis versos yacen muertos. Es imposible resucitar nada, que antes no haya sido pronunciado, con asimétrica perfección en los versos más excelsos.*


*Anticipo de la publicación en Vim-Magazine

jueves, 23 de octubre de 2014

Besos de papel




Acabo de recordar una nostalgia,
apretada en un muñón de papel.

Fue nuestra única idolatría recuerdo,
el momento más puro, el segundo,
el tic tac del día.

Subidos en esa especie de película
color sepia de momentos mágicos,
donde cada pedal era un carrusel de emociones
y una fuente de risas sin fin.

Por eso, me han dicho los sueños,
que al corazón le tardarán años de papel,
en volver a pronunciar tu recuerdo.

[am]

jueves, 16 de octubre de 2014

Desde la ventanilla




Una de las cosas que hacen de mi un "bicho raro" entre otras cosas es la idea que todos tenemos sobre viajar. La mayoría teme, tiene pánico o simplemente lo considera un hecho más, una transacción inevitable. Pero yo soy del grupo de personas, una vez más minoritaria, que ama viajar. Da igual casi el destino o el medio de transporte, da igual si es a la vuelta de la esquina o un viaje transoceánico. 

De pequeño recuerdo que soñaba con ser maquinista de tren. Era algo que me fascinaba. Para mi el tren era algo mágico, te llevaba del punto A al punto B, mientras tú te sentabas tranquilamente y disfrutabas del viaje.

Al nacer en mitad de la nada, era necesario por no decir vital el coche. Puedo recordar aún cómo hacía el mismo trayecto de casa a la escuela a diario (unos 15 kilómetros) y quedar absorto por el paisaje que se mostraba por la ventanilla. Aquello tenía una fuerza irresistible, era como un imán, no podía despegar los ojos de ella. Observar los cambios sutiles del tiempo, el paso de las estaciones, los cambios de altitud, todo aquello me fascinaba. 

Aquella carretera rural, en mal estado y peligrosa en invierno, era la misma carretera por la que pasaba una y otra vez. Pero esa misma carretera, no era la misma ninguna de las veces por la que volvía a pasar por ella.

No es sencillo de explicar, pero todo está siempre en constante movimiento. Nosotros nos movemos; pero las cosas, el tiempo y la naturaleza también se mueven con nosotros. Por eso cuando queremos reparar, aquel lugar ya no es el mismo que el de la mañana, ni tampoco será el mismo del de la noche. Sus luces, animales, la niebla cuando se asienta en invierno… Todo cambia, para que todo siga igual.

Creo que esto es lo que más me fascina de viajar. Poder comprobar el cambio en el paisaje y ver como el yo que se divierte observando esa rutina paisajística, deja de ser el mismo a la vuelta de ese mismo trayecto.

La ansiedad ha sido una fiel compañera mía durante todo este viaje. No me ha dejado, durante mucho tiempo, poder acabar de saborear aquello que la ventana reflejaba. Muchas veces deseaba con prisa que pasaran los días. Y ahora es con prisa que desaparecen ellos de mi vida. 

Me he convertido en el viajero perpetuo ¿Pero es qué acaso no lo somos todos? La tierra está en constante movimiento y nosotros con ella nos movemos. Estamos en un viaje inexorable, lento pero implacable.

Aún y con todo esto, me alegra saber que en algún rincón de mi guardo un poco de aquel niño tímido, que mira desde la ventanilla con asombro.

Por Alex Madueño [am]

miércoles, 15 de octubre de 2014

Allí


















Quedaré esperando un suspiro tuyo
ahí en el rinconcito perdido,
aquel rinconcito, que un día nos perteneció.

Por Alex Madueño [am]

#recuperados 18/12/2012

martes, 14 de octubre de 2014

2.0

Mis pesadillas odian la idea de que aún siga soñando, desmontando cada día este cadáver andante que consume las lentas y agónicas horas. No hablaré de revanchas, más de supervivencia.

Verdades pintadas con miedo, sin sentido y sin ego.

[am]

domingo, 5 de octubre de 2014

Mañana...






















La mañana despierta sobre el gris mojado de una calle empapada con tristes rutinas. Una calle, donde lloran por dentro los niños que han sido forzados a crecer con sus corbatas, tacones, maquillaje base para así empujarse los unos a los otros y llegar a su cruel destino.

Qué estúpida raza, mediocre sinsentido, no ha habido en la historia una raza entre todas las especies que haya hecho nada similar. Yo no veo a los leones de la sabana discutiendo sobre trendings de la bolsa, ni a las gacelas tomando Chardonnay mientras limpian la casa, ¡¡es absurdo!!

El poder no cambia de manos, sólo muta en individuos. Entronizados por el capital, la codicia y el compulsivo alineamiento social. No se hagan ilusiones, yo también pertenezco a la misma casta,  misma especie, mismo destino.

Absurdos espejos deformados en probadores con látigos multimedia en sus bolsillos.

Los descalzos sueños, en el asfalto mojado intentan despertarse, pero una manada de indecentes y grises reptiles los chafan, sofocan con sus quehaceres. Somos la especie más absurda entre lo absurdo, somos las avispas picando sin ton ni son, egoístas maquiavélicos saltimbanquis de los sentimientos. Malabares de un circo penoso, decadente y triste donde los adultos somos la carnaza indispensable para que continúe el bucle del destino. ¿Amanecemos? Con ráfagas de café, embadurnados con tristes aspiraciones, mediocres recuentos trimestrales y reportes que no van a ningún sitio.

¡¡Por favor, que alguien pare!!! ¡¡Esto no tiene sentido!!

Y volvió el loco, en medio del tumulto, chillando cómo una chita enjaulada
     - ¡¡Estás loco, te van a pisar!!-

Los chaquetones grises son muchos y como una manada yonqui de sueños nuevos, intoxicados por credos nocturnos. Se vuelven amapolas, fumaderos de opio, vigilantes del ultramundo.

Juego de roles: masculino/femenino/indefinido. Malabarista, funambulita de profesión: taciturno.

No pares de caminar, los chaquetones grises te persiguen, disimula, entra en un bar y pide un café amargo. Para cuando estés sereno, piensa.. ¿Todo esto, para que sirve? ¿Soy la gacela que corre para salvar la vida? o bien ¿Soy el astuto león, que con mis colmillos llenos de sangre, continúa lo aprendido?

El café es una breve pausa. Otra droga más importada, etiquetada de amplio consumo. Un sedante de verdades, para los tramoyistas de este mundo.

Repito: aquí sólo describo lo hasta ahora vivido.  

No es necesaria la reflexión, no es necesaria la respuesta, no es necesario el intercambio de opinión.. si eres la gacela que va en la manada no te apartes, la manada te da fuerza.

Solo el solitario y malfunzionante* león, puede hacer reflexión de si matar o no a la gacela.

#buenosdías

Por Alex Madueño [am]

* del italiano

sábado, 4 de octubre de 2014

Llámalo poesía


“un poema es mucho más que poesía”* es un grito desgarrado, una salvación ansiada, cápsulas de rimas vacías en inocua melodía. Un canto de alegría, cuando te susurra a los oídos la muerte, toca tus mejillas el frío frío y tus nostalgias, recurrentemente, se convierten en pesadillas.

Por Alex Madueño [am]
*cita

jueves, 2 de octubre de 2014

Vicios del papel

 











Las calles nos escupen
y nosotros, resurgimos en papel

Y nos quieren llamar poetas..

Pero el fuego a vosotros
no os devora a cada paso

Y nos quieren llamar poetas..

Pero vosotros
no vomitáis vuestro trabajo
ni os tienen que arrancar a versos la piel

París, Cortazar,
Granada, Lorca,
Sevilla en azahar
huérfanas letras, carcomidas en viejo papel

¿Y nos queréis seguir llamando poetas?

Ingenuos, nosotros
somos la tinta, que mancha vuestra piel.

Por Alex Madueño [am]

miércoles, 1 de octubre de 2014

Frío diciembre











He cavado una trinchera entre el cielo y el infierno. Largas y sangrientas jornadas de guerra entre bandos que nunca llegarán a un acuerdo, a ese escenario, le he llamado cuerpo.
De un lado y otro se defienden, bombardean, masacran con la cruz unos y el tridente otros. La sangre corre y yo me encuentro en este atolladero. Soy el narrador, no tengo fusil. Tan solo pude recuperar el casco de un soldado muerto.
Soy un mero espectador, trinchera que consume el tiempo. Soy una ciénaga de contradicciones andante, en un retrete escribiendo un oscuro cuento.
Las balas no las elegí yo, están donde están por mutuo acuerdo, bandos enfrentados que guerrean desde el principio de los tiempos. Mamá Jesucristo,  victima entre las victimas, pagará por los pecados de todos los que no llegamos al cielo. Papá siembra el caos y te comprará el alma por el más caprichoso y estúpido anhelo.
Ya ves, aquí debería estar escribiendo lindos relatos, de perdices comiendo príncipes y felicidades en orgías de sentimiento. Pero cómo siempre, el tatuaje que dibuja mi piel, es la realidad que llevo dentro. Soy el paradigma de los no escuchados, la víctima perfecta para no llegar a ningún acuerdo. Mitad cielo, mitad infierno o me tomas o me dejas pero no me pidas que sea algo que no puedo.
Feliz navidad a los del pesebre, aquí, siempre es año nuevo.
Por Alex Madueño [am]