miércoles, 30 de julio de 2014

Espejos rotos


Un espejo roto, jamás podrá reflejar la realidad tal cómo la percibe. Siempre será un oblicuo y roto reflejo de su realidad. Nos miramos, día tras día en miles de espejos rotos, que por ser bellos, creemos que son perfectos. Pero el ser, al menos hasta donde se, no es un ser perfecto. Tiene sus taras en el alma, tiene sus carencias y su arrogancias. Sus macabros defectos justificados en guerras, en hambruna y pobreza. ¿Si fuéremos tan perfectos dejaríamos que pasara todo esto?
No, somos seres imperfectos, algunos más rotos que otros. He intentamos ocultarnos detrás de la indecente capa de rutina y aprobación social. Pero detrás de todo ello somos imperfectos, rotos, doblados. Somos lo que somos y no podremos reflejar otro que nuestra vivencia personal.
Imagino que todos hemos pasado alguna vez en nuestras vidas, por delante de aquellos espejos que deforman la realidad, aquellos que nos hacen más bajitos, más gordos etc. Todos nos reímos y sabemos que aquello no es la “verdad”. Pero con todo y con eso, mucha gente, diríamos demasiada incluso, se intenta ver inferior, deforme tal cómo ven en tal reflejo. Mientras no saben que son deformaciones a las que no pertenecen.
Hábleme de lo que quiera, pero no proyecte, su sombra es alargada.. y a pesar de no conocernos seguramente si me diera una semana de su vida le podría ver todas las fisuras, sonrisas falsa y carencias.. que cómo espejo, usted también tiene.

#algoquepienso
[am]

martes, 29 de julio de 2014

Agua-café


El café que desborda por mis venas 
no consigue parar la soñolienta realidad, 
la claustrofóbica realidad, 
de espadas y paredes,
minutos y verdades,
suspiros y sueños.

El agua-café frío
como me gusta tomarlo
no despierta en sueños
ni albas plenas.

Despierta tensiones
frustraciones
y penas.

El café que derramo
con algunas rimas
imperfectas
no despierta
adormece
siguiente día
que nace ya muerto.

Por Alex Madueño [am]

domingo, 27 de julio de 2014

Quejas a un verano demasiado largo


La verdad es que nunca y repito esto, nunca me ha gustado el verano. Los encuentro desmoralizadores. No le encuentro sentido a esta estación, parece qué estén hechos los días más largos sólo para augmentar tal agonía.

Es cuando más inciden los rayos del Sol, aquellos rayos de felicidad. Pues bien, ¿Sabéis cómo es para mi un día ideal (climatológicamente hablando)? Un día de invierno, con su mañana relajada, fría.. pero soleada. Así, talvez, poder salir y perderse por el entramado callejero de una gran ciudad y su convulso despertar.

Recuerdo perfectamente tal día. Debía de ser primeros de enero del 2007. Por aquel entonces yo vivía en Milán. Había vuelto de mis "vacaciones" de Navidad. Había vuelto con la maleta llena de dulces, turrones y cómo no, polvorones. Aquella mañana era fría, pero era feliz. Estaba a miles de kilómetros de "casa" pero aquella mañana se llamaba felicidad.

Mientras esperaba al trolebús par ir a trabajar (sí, aún existe el trolebús en Milán) escuchando a Vasco Rossi en mi mp3 (gran cantautor italiano) y paseando por encima de los restos de una gran nevada que había caído aquella Nochebuena... ¿O fue el año anterior lo de la nevada?, no lo recuerdo, a estos juegos se dedica mi mente últimamente. Pero si recuerdo la sensación de frío, el tener que ir bien abrigado siendo medio día. Mirar al cielo plomizo y decidir que ese era uno de los mejores días de mi vida.

Sí.. vivía alejado de "casa", sí.. estaba solo (también lo estoy ahora), pero era feliz. Estaba en una ciudad foránea, en un país vecino, pero extraño. Pese tener mucho en contra, al poco de estar allí había alcanzado el puesto de asistente a director en un supermercado de una cadena nacional. Y quizás el contacto diario con la gente, el pequeño poder que da la responsabilidad y cómo no la recompensa económica a todo ello, daban una forma de tranquilidad. Me había podido incluso alquilar un pequeño estudio en una zona acomodada de la ciudad no muy lejos del trabajo. Todo aquello hacía que aquella mañana fuera especial, diferente a la del resto.

Hoy me doy cuenta que he perdido mi Milán, mis ganas de buscar un destino, mis ganas por aprender. Esa felicidad que tuvo que lograrse con largas jornadas de trabajo y una plena (por no llamarlo total) soledad, esa felicidad ha desaparecido. Ahora.. me acompaña el recuerdo de sus calles, del frío de sus inviernos, sus gentes y todas las vivencias que tuve allí.

Aunque la felicidad no es un destino.. más un camino, parece que ella, se está dando una gran pausa.

Quizás lo más grave, es que sé que pronto pasará todo, qué alzaré otra vez el vuelo y encontraré mi nuevo rumbo, pero me regodeo en este invierno mío, donde no deja de nevar.

#buenasnoches

[am]

lunes, 21 de julio de 2014

Yo no quiero ser poeta, prefiero ser poesía


No quiero ser poeta y dibujar amaneceres, quiero ser poesía y despertar junto a ti. No quiero ser quien observa el infinito, más quiero poder perderme en él.

Me gustaría probar algo diferente, algo nuevo, os propongo un ejercicio de reflexión. Me gustaría, si os interesa claro, que tomarais dos minutos de vuestra vida y lo de dedicarais a seguir este ejercicio mental que os propongo.

Sentaros en un sitio cómodo, a poder ser relajados y sin nada que os moleste. Cerrad los ojos y recordad, cualquiera de las miles de fotografías que tenéis en vuestro archivo mental. Coged el momento de vuestra vida que mejor os parezca. Entonces visualizadlo. Primero mirad la escena qué se dibuja en esta foto.. ¿Es en una playa? ¿Hay más gente contigo? etc. Luego entrar más adentro y intentad recordar cada detalle, cada momento, cada sabor de ese día de ese momento tan especial que estáis recordando con vuestra imaginación. Dedicadle esos 2 minutos, pensad que aún estáis allí…

Pues bien, seguramente los que no sois masoquistas, habéis cogido un momento feliz de vuestra vida y habéis revivido de alguna forma ese momento en particular, donde la perfección (que es imperfección) planeaba en todo él. Eso.. para mi, es poesía.

Poder sentir, recavar cada detalle minucioso de magia que la vida nos ha regalado y extenderlo en palabras, para mi, esa es la esencia de la poesía.
¿Y cuando se escribe desde la pena o el dolor? Entonces la poesía es desahogo, es una forma de sofocar ese incendio que nuestro cuerpo y corazón sufre. Es eso, nada más.

Quiero decir que no todo es poesía, pero cuando por alguna razón uno puede verlo, sentirlo y más aún escribirlo de una forma coherente, entonces, tiene el deber de exprimirlos en palabras.

Hablo de sentimientos, hablo de sufrimiento, ¡Hablo de la vida! Efectivamente será aquello que queramos que sea.. yo, cómo he dicho al principio, prefiero ser poesía.

Espero que os haya gustado esta experiencia y si por unos momentos se os ha puesto la piel de gallina o os habéis emocionado con esos recuerdos, me alegro enormemente. Pensad que si estáis leyendo esto es porque estáis vivos, y esos momentos, si estamos dispuestos con nuestro corazón a que se vuelvan a repetir. Volverán a nosotros, quizás no en breve, pero volverán.

Un saludo a to@s y espero que tengáis una feliz semana, con cariño.

[am]

* “Yo no quiero ser poeta, yo quiero ser poesía”   (intento buscar de quien es esta frase pero no lo encuentro. El resto del texto es mío.)


viernes, 18 de julio de 2014

La temeridad del indeseado


Nunca, quizás sea esta la primera vez (o no) que después de encontrar un brillante título le acompañe un más brillante texto.
Llamémosle manías del que escribe, pero desde que lo hago y cuando vuelve a pasar me resulta evidente que el título es lo de menos. En la reciente presentación del poemario lo dije, ya que algunas de las poesías (Primavera I y Primavera II) que incorporé respondían al mismo título y a un muy diferente texto. Puede parecer estúpido, incluso escuché risas cuando lo comenté en la presentación. Pero rara vez le doy importancia al título del texto. Aunque no es una norma.. mas una manía.
El proceso de escritura que llevo acabo parte de un sentimiento, una anécdota o un estado de ánimo en particular. Una vez procesado repetidas veces en mi mente, de repente brota una palabra, una frase o una imagen. Y es ella quien guía o narra el cuerpo del texto. Todo lo demás es completamente secundario. Las correcciones, el ajuste, las palabras etc.
Supongo que el día, si es que llega, que un cierto número de gente lea aquello que escribo, quizás las palabras subsiguientes respondan diferente al mismo estímulo, aunque particularmente espero que no. Quiero seguir siendo lo más “puro” a aquello que brota de mis vivencias y que el lector en última instancia pueda notarlo.
¿Ven? ¿Se dan cuenta? He aquí un ejemplo de texto totalmente desconexo con el encabezado.
Hace años que empecé a publicar con otro blog en esta misma plataforma (Blogger) y la verdad es que no sé porqué he vuelto aquí. Veo en el escribir una necesidad vital, pero no un llegar o un descanso (break) ha todo este proceso mental.
Dudo que sea de interés, pero me gustaría recalcar un detalle. Después de mucho tiempo (meses) he vuelto a coger con ganas un libro. En particular por Tokio Blues de Haruki Murakami. Este escritor me ha recordado mis años de infancia cuando devoraba los libros, cuando quería saber que se escondía fuera de aquellas paredes en las que estaba “encerrado”. Quería saber cómo era el mundo. Pues ahora bien, por una razón u otra he vuelto a los orígenes, he vuelto al pueblo donde me crié y parece cómo si hubiese apretado el botón de reinicio y la máquina estuviera en proceso de ponerse en marcha una vez más. Cosas de la vida.. volver a los inicios, con la maleta cargada de experiencias, con un libro escrito y una vida ya no tan larga por delante.

El título decía así: La temeridad del indeseado.. y bien aquí estoy, volviendo a ser temerario, volviendo a donde se supone que uno no vuelve y que por cierto me había jurado y perjurado nunca volver más. Esa fue mi dolencia, la temeridad de abandonarlo todo para correr detrás de un sueño, un lugar, una persona. Nunca tuve miedo a correr tras ellos.
Un texto más en el baúl este, que llamo blog. Por el momento algunos pasáis y leéis, espero, que aunque imperfecta, la lectura se pueda considerar amena.
Un saludo a tod@s y buen fin de semana, os veo el lunes entre las mismas paredes.
Con cariño.
[am]

jueves, 17 de julio de 2014

El desmantelamiento del ego


La poesía, el hecho de escribir poesía, me resulta fácil. Es una forma de exteriorizar algo sentido de una forma muy intensa en el interior. De una manera u otra ese sentimiento se materializa en palabras, salta de la mente al papel y como un acto reflejo le sigo la corriente. Una arcada, un torrente vital desplazándose por las hojas.
Y ahora bien, ¿Eso es todo para escribir? Yo creo que no, me explico. En ese torrente siempre se mezclan impurezas, que el escritor mezcla con ello, de una forma consciente o inconsciente. Por eso, si uno no se da cuenta caerá en la trampa del ego, en el auto ensalzamiento, en la avaricia, el hambre del ego.

Pues bien, si he de decir la verdad, yo también he pasado por eso y ¿Cómo acaba la historia? Secándose el pozo. Cada vez sale con menos frecuencia la creatividad y de una calidad más baja. Así pues, algunos se quedan en eso. En el alimento constante de un ego, que cada día quiere más y más. Para quedar con una escritura raquítica y de la que trato huir a toda costa, no siempre con éxito.

Desde el primer día me he sentido tan pequeño delante los MAESTROS de la poesía que no he tenido nunca el valor de autodefinirme como poeta. Sí, hago rimas, escribo, pero prefiero definirme cómo escritor.. o creativo.. o artista lo que os vaya mejor. Incluso en el poemario lo explico en la primer página, tal cual. No quiero decir que de vez en cuando peque, y beba de ese manantial puro que atraviesa mis tierras. No soy tan perfecto, soy humano al fin y al cabo.

Hace poco pasaban por la tele el último Mohicano, y al principio de la misma sale una escena de caza. Esto me llevó a recordar algo que los amerindios hacían. Por cada pieza que cazaban, automáticamente daban las gracias al espíritu del ciervo o el animal que les estaba dando de comer, porque sabían que tenían que sobrevivir y ser agradecidos por lo que recibían. Todo lo contrario al hombre blanco, que caza por pura avaricia, para alimentar el quiero más y más! Y cómo no, así se extinguen las especies. Pues eso, una cosa bien diferente es sobrevivir y dar gracias por ello y otra bien distinta es masacrar a una especie para sacarle un rédito.

Con esto no me declaro un estoico, vivo en el s. XXI y tengo unas necesidades de hábito de la era en la que vivo. Pero mientras pueda, intentaré ser respetuoso con esta fuente, manantial, que llena mi espíritu literario.

Ufff so deep, I know.. pero tenía la necesidad de explicar todo esto jejeje

¡Un abrazo a tod@s!

lunes, 14 de julio de 2014

Entrada 1.0


Hoy, a mis treinta años, empecé por primera vez ha lavarme la cabeza sin dañarme los ojos. Puede pareceros una contradicción, pues todos hemos visto mil veces cómo en los anuncios sale el típico prototipo hombre/mujer perfecto/a aclarándose el pelo de tan sensual manera, hacia atrás.

El motivo de esto, no es otro que la ausencia de una rutina "realista" en mi vida ya que nunca ha existido. Tengo que descubrir de una forma u otra siempre el cómo de las cosas “normales”, muchas veces viendo cómo acabo con los ojos enrojecidos una y otra vez. Nunca me había explicado el porque de ello, pero tampoco nunca había recabado en ese detalle cuotidiano donde la gente "regular" se ducha o lava el pelo aclarando el agua hacia detrás.

Pues de gestos cómo este pequeño/absurdo detalle está plagado mi vida. Una vez salvé la vida a una persona, y sólo lo saben la persona a la que salvé y yo... ¿El porqué? Quizás porque no era necesario salir en la TV reivindicando tal bravura. Aunque por aquel entonces, aún se me hinchaban los ojos con el agua de la ducha.

Empiezo con esta entrada una nueva singladura, que no sé aún hacia donde quiere ir, empiezo cómo siempre por los principios. Pidiendo perdón a los que se ofendan por mi no tan "noble" escritura, pero les pido por favor que hablen con mi dislexia rampante, que no me deja tranquilo. No gastaré más esfuerzos explicando la diferencia entre "Un barazo amigo y un abrazo amigo" ya que es de diaria disputa.

Así que si esperáis un almanaque de buenas letras y refinados modales dad media vuelta, pillad el primer foro (¿Aún la gente escribe en foros?)  que encontréis abierto a estas horas y descargad vuestra frustración e ira allí.

Esto viene a ser mi primera entrada en este blog. Si os gustó lo que leísteis venid regularmente ( intentaré hacer una entrada por día o cada dos) y así os divertiréis/irritareis de una forma regular.

Me llena de orgullo y satisfacción daros la bienvenida al desconexo universo en el que vivo.

Con cariño,

Alex Madueño [am]**  

*am de Alex Madueño (cómo suelo firmar mis textos) no de por la mañana
** Alex y no Álex ya que no es mi nombre que aparece en mis documentos y porqué me da un poco la gana. ¡Gracias por entenderlo! :)