La luz, en medio de la oscuridad, es la excepción que duele. Taparse los ojos y creer que todo es así, no refleja la verdad de una vida llena de colores y formas diferentes. Por eso, si cargas con esa herida en los ojos, aprende a quitarte la venda, poco a poco. Dolerá seguramente y te sentirás desorientad@, pero encontrarás un mundo de magia y luz más allá del miedo. Aunque duela, vale la pena luchar, seguir luchando. Nadie nace de pie, todos nacemos llorando...
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